Una experiencia vivida

 

UNA EXPERIENCIA DE VIDA


Hace ya 28 años que llegué a esta casa que es nuestra Hermandad de San Esteban. Llegué de la mano del que hoy es mi marido, Javier. Éramos entonces novios y teníamos por delante un proyecto de vida y de futuro. Guiada por él, que era entonces costalero de nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, comencé a vivir la vidaíntima del día a día de nuestra querida Hermandad. Fueron años de vivir los Cultos, de asistir a muchas noches de ensayos de costalerosde conocer y querer a muchos hermanos y hermanas a los que todavía hoy me unen un profundo afecto y amistad, de vivir con ellos muchos acontecimientos de mi vida y de la suya, de muchos Martes Santos acompañando a Nuestro Señor detrás de su paso, de muchas emociones y sentimientos.


Más tarde, y durante algunos años, decidí vestir la túnica de nazareno para hacer Estación de Penitencia de una manera más personal y comprometida. 

Luego nos casamos y vinieron los regalos más preciadosque el Señor nos ha hecho, que son nuestros seis hijos. Durante todos estos años he procurado, junto con mi marido, transmitirles a ellos mi amor por nuestros Sagrados Titulares y por nuestra Hermandad, transmitirles la Fe y hacerles ver lo importante que es estar cerca de nuestro Señor y de su Bendita Madre y vivir la vida de nuestra Hermandad durante todo el año y ponernos a su servicio, cada uno desde la misión a la que el Señor lo llame (como acólitos, como hermanos nazarenos…) Durante todo este tiempo, mi Estación de Penitencia ha sido acompañar y cuidarlos a todos. Muchos de los que me conocéis me habréis visto cada Martes Santo recorrer nuestra Cofradía de arriba a abajo. Para mí la Hermandad siempre ha sido FAMILIA en su concepto más amplio.


Esta historia que os cuento no es nada excepcional. Muchas hermanas, y también hermanos, lo han hecho antes que yo, no tengo ningún mérito. 


Pero lo importante de mi historia es que creo que esnecesario y que debemos hacer posible que las futuras generaciones puedan seguir teniendo esas mismas experiencias y vivencias de Hermandad


Se avecinan tiempos difíciles, ya estamos en ellos, en los que la sociedad, cada vez más descristianizada, atacará nuestra Fe y nuestros principios cristianos. Es necesario,por ello, basarla en cimientos sólidos a través de una formación que ilumine nuestra vida para poder dar razón de nuestro Credo, que ayude a tantas familias que forman nuestra Hermandad y que son nuestra base, a poder transmitir la FE, misión evangelizadora a la que estamos llamados como miembros de la Iglesia que somos y hermanos en Cristo. ¡Seguro que Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje y nuestra Madre, María Santísima de los Desamparadosnos ayudarán TODOS a llevar a cabo esta misión!






Mariló Muñoz Campos

Candidata a Diputada de Formación

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